¡Buen día a todos! Quiero comenzar compartiendo un pedacito de mi historia. Como especialista en recursos humanos, he tenido el honor de acompañar a muchas familias en su camino hacia una vida más plena y equilibrada. Pero hoy, más que nunca, quiero hablarles desde mi rol de madre.
Desde el momento en que me convertí en madre, y mi marido en padre, nuestras vidas cambiaron para siempre. Descubrimos un amor incondicional, un compromiso y responsabilidad que nos transformaron en la mejor versión de nosotros mismos. Y es desde esa experiencia que quiero reflexionar sobre el poder transformador del rol del padre en la sociedad actual.
Con el Día del Padre a la vuelta de la esquina, quiero destacar cómo los padres están redefiniendo lo que significa ser padre en estos tiempos. Ya no se trata solo de proveer, sino de estar presentes. Ya no se trata solo de ser una autoridad, sino de ser sostén y guía. Se trata de acompañar el vuelo de alguien más, dejando atrás muchas veces nuestras propias limitaciones y programas aprendidos. Día tras día, me levanto con la firme convicción de que todo lo que hago impacta hoy, en este mismísimo instante, en la vida de mi hija. Nos encontramos en una época en la que los viejos paradigmas están siendo desafiados. Los padres de hoy priorizan el tiempo de calidad con sus hijos sobre cualquier otra cosa. No están dispuestos a sacrificar momentos importantes en la vida de sus hijos por el trabajo. Porque, al final del día, los trabajos vienen y van, pero la paternidad es para toda la vida. Es una profesión sin título oficial pero con un impacto que supera límites. El aprendizaje es constante.
Como madre, he aprendido a valorar cada momento vivido en este plano. Sé que muchos de nosotros hemos sentido la presión de complacer a jefes exigentes o de alcanzar ciertos estándares de éxito profesional. Pero, ¿a qué costo? ¿Realmente vale la pena sacrificar momentos memorables con nuestros hijos por un ascenso o un salario más alto? Y si logramos estas variables, ¿por qué no podemos aun así disfrutar de la gestión de la libertad? No es sinónimo de mayor puesto, mayor salario, menor tiempo con la familia. Parte de crear nuestra propia revolución es crear las bases que deseamos para vivir la vida que queremos y merecemos.
Además, es importante destacar que este movimiento de padres más conscientes también está contribuyendo a construir nuevos cimientos culturales dentro del ámbito laboral. Cada vez más, las organizaciones están adoptando prácticas inclusivas que permiten a los padres formar parte activa en la crianza de sus hijos. Estas empresas, que brindan libertad y flexibilidad a sus empleados, son las más productivas. ¿La razón? Sus integrantes se sienten plenos, sin experimentar el síndrome de burnout laboral ni el síndrome de burnout parental.
No debemos olvidar que muchos de los líderes en el mundo laboral también son padres, y desean lo mismo para sus hijos. Es fundamental que tanto hombres como mujeres tengan la oportunidad de equilibrar su vida laboral y familiar de manera satisfactoria. Cuando las empresas adoptan políticas que permiten esta conciliación, no solo benefician a sus empleados, sino que también fomentan un ambiente de trabajo más saludable y productivo para todos.
Por eso, en este Día del Padre, quiero hacer un llamado a todos los padres para que sean valientes. Valientes para priorizar lo que realmente importa en la vida. Valientes para decir no a las cosas que nos alejan de nuestros seres queridos. Valientes para abrazar su papel como padres con todo el amor y la dedicación que merece.
Porque, al final del día, lo único que realmente importa es el amor que damos y recibimos. Así que celebremos este Día del Padre con gratitud en el corazón y la determinación de ser los mejores padres que podemos ser. Porque nuestros hijos no necesitan superhéroes; necesitan padres que estén presentes, que los amen incondicionalmente y que estén dispuestos a caminar a su lado en cada paso del camino.
¡Feliz Día del Padre a todos quienes asumen este rol y están haciendo del mundo un lugar mejor con su amor y dedicación!
