Marzo es un mes de movimiento, cambios y reestructuración. La agenda se convierte en un tetris entre rutinas escolares, horarios laborales y la necesidad de sostener el bienestar familiar. En este contexto, la adaptación escolar se vuelve un tema central:
- ¿Cuánto tiempo es necesario?
- ¿Cómo impacta en las familias?
- ¿Y qué podemos aprender de este proceso para el mundo laboral?
Las adaptaciones escolares, ¿sí o no?
Sí, pero con sentido. Las adaptaciones son necesarias cuando buscan generar ambientes inclusivos que acompañen a cada niño o niña según su singularidad y la etapa en la que se encuentra. Y esto no debería aplicarse solo a la infancia: los adultos también atravesamos procesos de adaptación en distintos ámbitos.
Como ya saben, acompaño a jóvenes que están por ingresar al mundo laboral. Pero mi maternidad me desafía a acompañar procesos de cambio en generaciones más chiquitas. Si te interesa este tema o tenés hijos e hijas en adaptación escolar, este artículo es para vos.
Las adaptaciones en la colonia vs. la escuela
¿Por qué las colonias de verano no tienen adaptación y las escuelas sí? ¿Por qué algunas adaptaciones escolares son tan largas? ¿Cuál de las dos tiene razón? La respuesta es que ninguna debería ignorar este tema.
Muchos niños y niñas quieren quedarse más tiempo en la escuela porque, aunque cambie el cuerpo docente, el entorno sigue siendo familiar. La situación es distinta cuando comienzan de cero. Sin embargo, las adaptaciones extendidas pueden generar desafíos para las familias:
- Coordinación de agendas laborales
- Agotamiento de los adultos
- Falta de tiempo de calidad en familia
Es clave buscar empleos con flexibilidad para poder estar presentes en estos momentos. Cuando exploramos nuevas oportunidades laborales, la posibilidad de conciliar la vida personal y profesional marca la diferencia.
Ahora, si miramos la colonia de verano, los niños pasan de un día al otro a una nueva experiencia, con nuevos compañeros y adultos, sin un proceso gradual de adaptación. No hay reuniones previas ni largos períodos de integración, y los profesores pueden cambiar cada mes. Sin embargo, los chicos y chicas se adaptan. ¿Por qué?
Porque la confianza en los adultos que los acompañan es clave. Y en el mundo laboral pasa lo mismo: cuando un equipo de trabajo genera seguridad y pertenencia, la integración se da de manera más natural.
Por eso, es importante que las empresas también contemplen beneficios como días flexibles, horarios reducidos o esquemas híbridos que permitan a madres y padres transitar estos periodos sin estrés.
Flexibilidad en las adaptaciones: una clave para la escuela y el trabajo
No todos necesitan el mismo tiempo para adaptarse. Algunas personas requieren un proceso gradual, mientras que otras están listas para integrarse rápidamente. Lo mismo ocurre en las escuelas:
- Un niño que cambia de colegio puede necesitar más tiempo.
- Otro que sigue en la misma institución, con sus amigos de siempre, puede sentirse listo desde el primer día.
Sería interesante que las adaptaciones fueran más flexibles: que quienes necesitan más tiempo lo tengan, pero que quienes ya están listos puedan sumarse sin demoras innecesarias.
Una opción es que las docentes del año anterior sean el puente para presentar a las nuevas, extendiendo la confianza y facilitando la transición. Algo muy similar pasa en los trabajos con los procesos de onboarding: la información es la misma para todos, pero cada persona la asimila según su experiencia y tiempos.
En el ámbito laboral, buscar empresas con culturas alineadas a esta mirada de flexibilidad y personalización es clave para una adaptación más saludable y efectiva.
Confianza, motivación y cultura organizacional
Un ejemplo claro de cómo se genera confianza y motivación en la escuela es el "efecto contagio positivo". Una compañera de mi hija, que antes no almorzaba en el colegio, este año decidió quedarse. ¿Qué cambió? Vio a otros niños y niñas disfrutando la experiencia y se sintió motivada a sumarse.
En el trabajo pasa lo mismo. Cuando un equipo transmite seguridad, pertenencia y disfrute, las nuevas incorporaciones se adaptan más rápido. Y aquí entra en juego un concepto clave: fidelización.
Las empresas que crean un ambiente positivo no solo logran que las personas se integren mejor, sino que también generan compromiso y deseo de permanencia.
El impacto de las adaptaciones en las familias
A veces, desde las instituciones educativas se prioriza la adaptación de los niños y niñas sin considerar el impacto en las familias. Y aunque, como adultos, sabemos que nuestros hijos son la prioridad, eso no significa que no debamos revisar cómo estos procesos afectan el día a día en los hogares.
Cuando los chicos terminan su jornada escolar antes de lo habitual y las familias no tienen opciones para reorganizarse, la adaptación deja de ser un beneficio y se convierte en un obstáculo.
Lo mismo sucede en el ámbito laboral. Cuando asumimos un nuevo desafío profesional, la carga mental, la reorganización de tiempos y el equilibrio entre responsabilidades personales y laborales son parte del proceso.
¿Qué pasaría si las empresas ofrecieran más flexibilidad en estos periodos de transición?
La clave está en entender que no todas las personas necesitan lo mismo. Algunos prefieren una introducción gradual, mientras que otros aprenden mejor sumergiéndose directamente en la experiencia. Identificar qué necesita cada persona (o cada niño en el caso de la escuela) permite lograr una mejor integración.
Innovar en las adaptaciones: el desafío de hoy
Melina Furman, referente en educación, dice:
Innovar en educación es mirar lo que hacemos cotidianamente con ojos nuevos, tratando de ver qué vale la pena conservar y en qué queremos hacer algo distinto.
Lo mismo aplica a las adaptaciones, tanto en la escuela como en el trabajo. Repensar y ajustar las prácticas es clave para crear ambientes inclusivos donde cada persona pueda desarrollar su potencial.
Hoy mi alcance llega hasta acá, pero este es solo el principio. Sigamos reflexionando y buscando soluciones para mejorar estos procesos, porque cuando lo hacemos, no solo ayudamos a los niños y niñas, sino que también creamos un entorno donde las familias y los equipos de trabajo puedan desarrollarse de manera plena.