Muchas veces en la vida estamos ante situaciones en las que sabemos que necesitamos hacer cambios para ser más felices, pero nos encontramos poniendo excusas para no afrontar esos procesos.
Estas excusas pueden ser respuestas automáticas que damos a nosotros mismos para justificar nuestra falta de acción. Sin embargo, al no enfrentar estos procesos de cambio, estamos evitando nuestro crecimiento personal y alejándonos de la felicidad que buscamos.
Una de las principales excusas que solemos utilizar es el miedo al fracaso. Nos preocupamos por lo que pueda pasar si intentamos cambiar y no lo logramos. Tememos que salir de nuestra zona de confort y enfrentarnos a lo desconocido. Pero la realidad es que el fracaso forma parte del camino hacia el éxito, y debemos aprender a verlo como una oportunidad de aprendizaje más que como un obstáculo.
Otra excusa común es la falta de tiempo. Siempre encontramos razones para justificar por qué no podemos dedicar tiempo a trabajar en nosotros mismos. Nosotros mismos nos decimos que estamos demasiado ocupados con el trabajo, la familia, o cualquier otra responsabilidad que tengamos. Pero en realidad, si queremos ser felices, debemos encontrar el tiempo necesario para cuidarnos y crecer como personas.
También nos encontramos con la excusa de que no tenemos los recursos necesarios para realizar el cambio. Pensamos que no tenemos suficiente dinero, apoyo o habilidades para lograr aquello que deseamos. Sin embargo, es importante recordar que siempre hay opciones disponibles para conseguir lo que queremos. Es posible obtener recursos a medida que avanzamos en nuestro proceso de cambio.
Otras veces, nos decimos que no somos capaces de cambiar. Nos aferramos a la idea de que somos como somos y que no hay forma de cambiar nuestra forma de ser o nuestra vida. Pero en realidad, todos tenemos la capacidad de cambiar y convertirnos en la persona que realmente queremos ser. Solo necesitamos tener la voluntad y la determinación para hacerlo.
Por último, nos encontramos con la excusa de que no es el momento adecuado para hacer cambios. Esperamos a que se den determinadas circunstancias o condiciones para poder hacer lo que deseamos. Pero la verdad es que no existe un momento perfecto, y debemos aprender a aprovechar las oportunidades que se nos presentan en el presente.
En conclusión, ponemos excusas para evitar enfrentar procesos de cambio porque tenemos miedo, falta de tiempo, falta de recursos o creemos que no somos capaces. Sin embargo, al hacerlo nos estamos privando de la felicidad que deseamos. Debemos ser conscientes de nuestras excusas y aprender a superarlas, enfrentando nuestros miedos y creciendo como personas. Solo así podremos vivir una vida plena y feliz.
¿Qué excusas están poniendo vos para postergar tu felicidad?
